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jueves, 31 de mayo de 2012

La Importancia de la Luz


La Importancia de la Luz


Hoy en día, gracias a los numerosos estudios realizados, se tiene más conciencia de lo importante que es vivir y trabajar con la iluminación adecuada.

   

El estilo de vida que llevamos actualmente, nos lleva a pasar gran parte del año sin la luz natural del sol.

Las personas pasamos aproximadamente el 80% del tiempo en espacios interiores, cuando regresamos a casa ya comienza a anochecer o ya ha anochecido. Pues bien, una de las causas de la apatía, depresión, desánimo, cansancio injustificado etc... suelen tener mayor frecuencia en los meses en los que hay carencia de luz natural.

Nuestras oficinas, casas, hospitales, colegios etc... están malamente iluminados y apenas disponen de luz natural. Para poder dar una explicación más clara, añadimos que los humanos necesitamos una luz con intensidad de 800 a 1000 Lux para que nuestro cuerpo pueda segregar melatonina "la hormona del sueño" y secrete dopamina y serotonina "las hormonas de la actividad".

Lo normal en los ambientes cerrados es entre 100 y 500 Lux, si comparamos estas cantidades con las que habría en la calle en un día nublado 10.000 Lux o los 150.000 Lux del mediodía en un día de verano, denotaremos que éstas intensidades de luz que tenemos normalmente son inapropiadas y no nos permiten superar la somnolencia y estar visualmente despiertos.

Hoy en día, gracias a los numerosos estudios realizados, se tiene más conciencia de lo importante que es vivir y trabajar con la iluminación adecuada.
Para que la iluminación en interiores sea la correcta, debe poseer similares características a la luz natural. Las lámparas que consiguen este efecto son las denominadas de "espectro total" que son utilizadas para la iluminación de interiores de forma saludable y para realizar también terapias de luz y tratar así algunas dolencias como la hipertensión, el asma, depresión, algunas enfermedades cutáneas etc...

La clave de estas bombillas es que se adaptan a cualquier lámpara tradicional, imitan en un 97% a la luz natural careciendo de los efectos nocivos que tiene el sol, e imitando los colores como se representan en la naturaleza y con ausencia total de parpadeo. Además podemos optar al elegirlas por fluorescentes o halógenos, dependiendo del efecto que queramos conseguir (luz más blanca para un lugar en el que se quiera desarrollar una actividad o una luz más cálida para el hogar creando así un ambiente más relajante.

En definitiva, este tipo de lámparas más sanas que nos proporcionan salud y confort, vienen de la mano del progreso para dar el relevo a las luminarias convencionales.


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