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martes, 29 de mayo de 2012

La ciencia



                             La ciencia

La ciencia (del latín scientĭa 'conocimiento') es el conjunto de conocimientos sistemáticamente estructurados, y susceptibles de ser articulados unos con otros. La ciencia surge de la obtención del conocimiento mediante la observación de patrones regulares, de razonamientos y de experimentación en ámbitos específicos, a partir de los cuales se generan preguntas, se construyen hipótesis, se deducen principios y se elaboran leyes generales y sistemas metódicamente organizados.1
La ciencia consolidada se constituye como tal, superada la fase de investigación, cuando adquiere la consideración de «saber validamente justificado por la comunidad científica correspondiente» y suele considerarse así a través de las publicaciones especializadas. Es entonces cuando pasa a una fase de enseñanza en los Centros de formación y de divulgaciónadquiriendo toda su eficacia cultural y social.
Suelen considerarse como rasgos generales y distintivos del saber científico frente a otros saberes:
  • Utilizar diferentes métodos y técnicas para la adquisición y organización de conocimientos sobre la estructura de un conjunto de hechos suficientemente objetivos y accesibles a varios observadores.
  • Tener establecidos criterios previos de verdad y una corrección permanente.
  • Criterios aceptados por la comunidad científica.
  • Procurar la generación de más conocimiento objetivo en forma de predicciones concretas, cuantitativas y comprobables referidas a hechos observables pasados, presentes y futuros respecto a algún sistema concreto.
  • Procurar su puesta en práctica de los conocimientos en sus aplicaciones tecnológicas, mediante los peritos o expertos.
  • Procurar la divulgación de sus investigaciones, por publicaciones especializadas y Centros de Enseñanza, fundamentalmente las Universidades.
  • Vigilar los métodos de divulgación y enseñanza de los contenidos consolidados.


Construcción de la ciencia

La ciencia es un elemento fundamental en la construcción de la civilización humana tomada en su conjunto. Las teorías científicas, al fin y al cabo, responden a las necesidades de los hombres y su evolución responde a la evolución que el hombre ha seguido en su concepción del mundo y la valoración de los hechos de la vida.a 6 No surge por la inspiración de unos «sabios» o «eruditos» de forma espontánea.a 7 Los primeros pasos son cuestiones prácticas que resuelven situaciones comunes de la vida diaria, sobre cuyos resultados exitosos se establece un procedimiento fijo de actuación, protocolo al que, convertido en reglas fijas, se le acaban encontrando las razones de su éxito en la teoría científica que lo confirma como verdad que puede ser transmitida a otros.a 8Actualmente se incluyen en este proceso conocimientos que durante muchos siglos han sido considerados al margen de la ciencia, pero que tienen una importancia cultural tan grande como la propia ciencia como la antropología actual pone de manifiesto: El cocinar los alimentos, el calzado, los tejidos y la costura, el bordado y la confección del vestido, por ejemplo. En otras palabras, la ciencia es un producto cultural. Es la cultura la que la hace posible y la sustenta; el suelo en el que encuentra su alimento, las preguntas (teorías) que se plantea, las respuestas que encuentra y los problemas que resuelve.
A lo largo de los siglos la ciencia viene a constituirse por la acción e interacción de tres grupos de personas:9

Unidad del edificio científico según Linneo y Diderot
  • Sobre el primer grupo:
Los artesanos, constructores, los que abrían caminos, los navegantes, los comerciantes, etc. resolvían perfectamente las necesidades sociales según una acumulación de conocimientos cuya validez se mostraba en el conocimiento y aplicación de unas reglas técnicas precisas fruto de la generalización de la experiencia sobre un contenido concreto.a 9
  • Sobre el segundo grupo:
Los filósofos, llevados por los argumentos demostrativos mostraban unos razonamientos que

Platón postuló que las leyes del universo tenían que ser simples y atemporales. Las regularidades observadas no revelaban las leyes básicas, pues dependían de la materia, que es un agente de cambio. Los datos astronómicos no podrían durar siempre. Para hallar los principios de ellos hay que llegar a los modelos matemáticos y «abandonar los fenómenos de los cielos».10
Aristóteles valoró la experiencia y la elaboración de conceptos a partir de ella mediante observaciones;11 pero la construcción de la ciencia consiste en partir de los conceptos para llegar a los principios necesarios del ente en general.12 Fue un hábil observador de «cualidades» a partir de las cuales elaboraba conceptos y definiciones: pero no ofreció ninguna teoría explícita sobre la investigación. Su ciencia por eso ha sido considerada «cualitativa» en cuanto a la descripción pero platónica en cuanto a su fundamentación de leyes necesarias. Para Aristóteles el valor de la experiencia se orienta hacia teorías basadas en explicaciones «cualitativas», y a la búsqueda de principios (causas) cada vez más generales a la búsqueda del principio supremo del que se «deducen» todos los demás. Es por eso que el argumento definitivo está basado en la deducción y el silogismo.13
Esta ciencia ( o filosofía?), ciencia deductiva a partir de los principios,a 10 es eficaz como exposición teórica del conocimiento considerado válido, pero es poco apta para el descubrimiento.9

Leonardo da Vinci: El hombre es el centro en la cultura humanista del Renacimiento

El sistema solar de Tycho Brahe. El sol y la luna giran alrededor de la tierra, pero los planetas giran alrededor del sol
  • Sobre el tercer grupo:
Sobre la base de toda la tradición mantenida por los grupos anteriores, son los científicos de la Ciencia Moderna:
   1. Difieren de los filósofos por favorecer lo específico y experimental
   2. Difieren de los artesanos por su dimensión teórica. 
Su formación como grupo y eficacia viene marcada a partir de la Baja Edad Media, por una fuerte reacción antiaristotélicaa 11 y en el Renacimiento, por un fuerte rechazo al argumento de autoridad y a la valoración de lo humano con independencia de lo religioso. Son fundamentales en este proceso, los nominalistas, Guillermo de Ockham y la Universidad de Oxford en el siglo XIV; en el Renacimiento Nicolás de Cusa, Luis Vives, Erasmo, Leonardo da Vinci etc.; los matemáticos renacentistas, Tartaglia, Stevin, Cardano o Vieta y, finalmente, Copérnico yTycho Brahe en astronomía.a 12 Ya en el XVII Francis Bacon, y Galileo promotores de la preocupación por nuevos métodos y formas de estudio de la Naturaleza y valoración de la ciencia, entendida ésta ya como dominio de la naturalezaa 13 y comprendiéndola mediante el lenguaje matemático.a 14
A partir del siglo XVII se constituye la ciencia tal como es considerada en la actualidad, con un objeto y método independizado de la filosofía.a 15

La órbita clásica de Kepler. La órbita es elíptica. El movimiento de la tierra no es uniforme. El cielo clásico circular y de movimientos uniformes, perfecto, es definitivamente superado con las leyes de Kepler
.
En un punto fue necesaria la confrontación de dos sistemas (Descartes-Newton) contemporáneos en la concepción del mundo natural:14
  • Descartes, Principia philosophiae (1644), a pesar de su indudable modernidad, mantiene la herencia de la filosofía anterior anclada en las formas divinas15propone un método basado en la deducción a partir de unos principios, las ideas innatas, formas esenciales y divinas como «principios del pensar». El mundo es un «mecanismo» determinista regido por unas leyes determinadas que se pueden conocer como ciencia mediante un riguroso método de análisis a partir de intuiciones evidentes. Es la consagración definitiva de la nueva ciencia, el triunfo del antiaristotelismo medieval, la imagen heliocéntrica del mundo, la superación de la división del universo en mundo sublunar y supralunar en un único universo mecánico.
  • Newton, Principia Mathematica philosophiae naturalis, (1687). Manteniendo el espíritu anterior sin embargo realiza un paso más allá: el rechazo profundo a la hipótesis cartesiana de los vórtices. La ciencia mecanicista queda reducida a un cálculo matemático a partir de la mera experiencia de los hechos observados sobre un espacio-tiempo inmutable.
Tanto uno como otro daban por supuesto la exactitud de las leyes naturales deterministas fundadas en la voluntad de Dios Creador. Pero mientras el determinismo de Descartes se justifica en el riguroso método de ideas a partir de hipótesis sobre las regularidades observadas, Newton constituía el fundamento de dichas regularidades y su necesidad en la propia «observación de los hechos». Mientras uno mantenía un concepto de ciencia «deductiva», el otro se presentaba como un verdadero «inductivista», Hypotheses non fingo.

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